lunes, 14 de mayo de 2012

I Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos y del Caribe








I Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos y del Caribe - Siglo XXI
Se celebró en Caracas, Venezuela, entre el 4 y el 7 de noviembre de 2008, con la presencia de más de 200 delegados de América Latina, se consensó en trabajar hacia  la creación del Espacio Audiovisual Latinoamericano y Caribeño, que contempla como ejes rectores: una producción cultural y audiovisual históricamente situadas; una cinematografía nacional y regionalmente situada, y un audiovisual latinoamericano creativo, identitario y universalmente situado.









DECLARACION DEL I ENCUENTRO DE DOCUMENTALISTAS LATINOAMERICANOS DEL SIGLO XXI



 INTRODUCCION

A fines del mes de junio de 2008, en Río de Janeiro,  bajo los auspicios de la Secretaría del Audiovisual de la República Federativa de Brasil, un grupo de  cineastas nos reunimos en el Seminario y Forum del Documental Latinoamericano. El encuentro fue motivado por la necesidad impostergable de refundar el movimiento de documentalistas desplegado en nuestra Región especialmente entre los años 60 y 80. El renovado movimiento debía  impulsarse en consecuencia con las ideas y concepciones sobre la valorización del documental latinoamericano, sostenidas y refrendadas en  Viña del Mar (1967 y 1969), Mérida (Venezuela- 1968)  los Festivales del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, y la tradición productiva del ICAIC (Cuba)
En esa perspectiva el Seminario rescataba la historia de inmensa consecuencia y de pertenencia absoluta del documental latinoamericano con las luchas sociales, políticas y culturales libradas por nuestros pueblos y sus movimientos de liberación  nacional, por superar las atroces e indignas condiciones de miseria, ignorancia y atraso en que se veían sumidas las grandes mayorías de nuestros hermanos de Latino América, por efecto del saqueo criminal y del genocidio perpetrados por el Imperialismo Yanqui y sus secuaces de las oligarquías criollas.  Vistos desde hoy se constata que los documentales de entonces configuran con honestidad, entrañable pertenencia y valentía, uno de los acervos más exhaustivos y vivos de aquella jornadas, testimonios incontrovertibles  de tan terribles realidades y de las luchas emprendidas. Luchas en las que, al lado de los combatientes, y frecuentemente en la primera línea de riesgo, no pocos de nuestros documentalistas fueron objeto de la represión más ensañada, padeciendo  tortura, vejámenes y persecuciones, y en algunos casos incluso la muerte, como aconteció con nuestros hermanos Raymundo Gleyzer y Jorge Cedrón.
La Carta de Río, documento conclusivo de los acuerdos y decisiones del Seminario observaba por otra parte que, corriendo la misma suerte de los movimientos políticos con los que se identificaba -derrota temporal de nuestros proyectos de liberación, y la desmovilización de nuestras fuerzas- el documentalismo latinoamericano sufrió la disminución de sus producciones y de sus realizadores, y la casi desaparición de su presencia activa como Movimiento.   
Pero a partir de 1998 y hasta la fecha, América Latina presencia el surgimiento de nuevas realidades políticas, caracterizadas por  la tendencia a la instalación de gobiernos populares y progresistas de inmensa base de apoyo social que, en escenarios de creciente unidad y coordinación -que rememora los de nuestras de Independencia del siglo XIX- y de acuerdo a sus propias circunstancias y particularidades, enfrentan la solución de nuestros graves y frecuentemente atroces rémoras sociales, económicas, y políticas, planteando un nuevo proyecto hacia el futuro,   Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, Nicaragua, Paraguay… cada uno con sus matices, y en los meses venideros las posibilidades ciertas de otras incorporaciones, permiten comprender que América Latina vive una coyuntura excepcional de su historia. Coyuntura en que, asimiladas las lecciones de las luchas por nuestra emancipación, y las del pasado más reciente, y tras la aparente cancelación definitiva de toda perspectiva de cambio, -sin pecar de optimismos a ultranza- se ofrecen escenarios tangibles de esperanza y de renacimiento de nuestros sueños libertarios y justicieros, -"…yo despierto cada cien años/ cuando despiertan los pueblos"- ,  que permiten vislumbrar que avanzamos por la senda que finalmente nos conducirá a alcanzar nuestra Segunda y Definitiva Independencia, concretizando la apertura de las  "nuevas alamedas" que profetizaba el compañero Presidente Salvador Allende, por las que nos constituiríamos naciones justas, libres y soberanas y, como predicaba El Apóstol,  a la dignidad de nuestra Patria Latinoamericana, que es el logro por antonomasia que define a los pueblos.
Los nuevos tiempos y sus exigencias obligan la reactivación del Movimiento Documental Latinoamericano, por lo que se hace necesario refundarlo en modo que nuevamente ocupe el rol de elevado valor cultural y político, solidario y testimonial  a que está llamado. Movimiento que para permanecer requiere la constitución de instancias de organización, reflexión y actuación que les otorguen unidad y coherencia.  Refundación que implica la incorporación decisiva de los numerosos nuevos jóvenes cineastas que dispersos por nuestros países, siguen documentando con acuciosidad y entereza nuestras tremendas realidades y quienes deben constituirse en los receptores de la obra,  ya en buena parte cumplida de sus antecesores, para que la perfeccionen prosiguiendo la saga de consecuencia del Documental Latinoamericano. Movimiento que  a tono con su pertenencia a la tradición popular y combativa de nuestros pueblos, sea   capaz al mismo tiempo de  actualizarse  creativa y críticamente con las nuevas realidades políticas ("la ética es la estética") y con sus componentes específicos de lenguajes, temas y su tratamiento, y las cuestiones estéticas, hasta las condiciones de producción, el rescate y la protección de los acervos fílmicos nacionales, la distribución y la exhibición. Y en este nuevo escenario, atender la emergencia de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación que suponen una auténtica revolución para nuestro género y el audiovisual en general.
Clave, a la vez táctica y estratégica, del Seminario, fue la comprensión de que tales refundación y reactivación exigen la ininterrumpida continuidad de las reuniones y los intercambios entre los documentalistas latinoamericanos, de las anteriores y de las actuales generaciones, para lo que es preciso el apoyo decisivo de nuestros nuevos gobiernos progresistas y revolucionarios.  Avalados por el interés y el estímulo procedentes del Ministerio del Poder Popular  para la Cultura, de la República Bolivariana de Venezuela, a través del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, el Seminario convocó al Ier Encuentro de Documentalistas  Latinoamericanos y del Caribe del Siglo XXI (EDL-SXXI) de Caracas, entre el 4 y el 7 de noviembre de 2008, al cual estamos dando conclusión, tras deliberar, debatir y elaborar acuerdos que impulsan nuestro avance.

Por una producción cultural y audiovisual históricamente situadas.
Por una cinematografía nacional y regionalmente situada.
Por un audiovisual latinoamericano creativo, identitario y universalmente situado.

Nosotros, cineastas reunidos en el I Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos del Siglo XXI, reunidos en Caracas, entre los días 4 y 7 de noviembre de 2008

Manifestamos que:

Es una obligación indelegable del Estado garantizar el acceso igualitario de todos los ciudadanos a la cultura, las industrias culturales, los medios de comunicación social y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), en su carácter de recursos habilitantes para la sociedad del conocimiento, el cual ha sido consagrado como uno de los derechos humanos fundamentales.
Que existe un compromiso particular de América Latina con la Convención Internacional para la Preservación y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales suscrita en la UNESCO en 2005 –por todos los países del mundo excepto dos: Estados Unidos e Israel. En efecto, nuestros países vienen luchando desde hace cinco siglos por el más elemental de los derechos: el derecho a la visibilidad y la presencia de sus diversas culturas y los sujetos que la representan, dentro de sus naciones y en el contexto internacional.
Esta Convención provee por vez primera, a nuestras naciones y otras que vienen luchando por los mismos objetivos, un marco jurídico internacional específico para la defensa del derecho a la Diversidad Cultural, como contracara necesaria del derecho a la propia identidad, que obliga a la adopción de medidas para hacerlos efectivos, dentro de sus territorios y en el marco de la mundialización de los sistemas de comunicación y cultura, en particular cuando existen prácticas monopólicas, oligopólicas, de cartelización y/o de dumping de parte de empresas de las industrias culturales y medios de comunicación, ya sean del propio país,  extranjeras y/o multinacionales.    
Para ello el Estado cuenta con los dos instrumentos principales de las políticas públicas, complementarios entre sí:
a)    Fomento y difusión de la producción nacional;
b)    Regulación de las prácticas monopólicas en nuestros mercados.

HACIA LA CONSTITUCIÓN DEL ESPACIO AUDIOVISUAL LATINOAMERICANO
Recomendamos:

1.    Fortalecer los acuerdos  e instituciones para constituir el ESPACIO AUDIOVISUAL LATINOAMERICANO y habilitar REDES DE CIRCULACION DE OBRAS AUDIOVISUALES con el uso de las nuevas tecnologías.
2.    Realizar acciones directas para la Formación de Ciudadanos Audiovisuales con la capacidad de analizar y comprender sus propias realidades y las del mundo,  ejercer a plenitud sus derechos a elegir, comunicarse, expresarse, crear, asociarse y cooperar entre sí para intervenir de manera transformadora en ambas dimensiones. 
3.    Analizar los marcos regulatorios de cada país y efectuar estudios comparativos,  de cada país, de modo de incluir el componente de la integración y arribar a un núcleo básico compartido de POLITICAS Y LEGISLACIONES  CONCERTADAS EN MATERIA DE PRODUCCIÓN, CO-PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE CONTENIDOS AUDIOVISUALES Y EN LOS CAMPOS DE LAS TICs.
4.    Instar a los estados a crear legislaciones audiovisuales en aquellos países que aún no las posean.
5.    Definir e instrumentar los mecanismos de compensación de las asimetrías en materia de producción, co-producción, distribución y desarrollo de los circuitos de  exhibición y difusión audiovisual.
6.    Advertir que la suscripción de tratados de libre comercio con los Estados Unidos, así como la resignación de la Doctrina de la Excepción Cultural en las negociaciones en la OMC u otros ámbitos semejantes, atentan contra la posibilidad de que los Estados intervengan para garantizar estos derechos.   

Proponemos:

I. EL FOMENTO Y ESTIMULO DE:

1. LA PRODUCCIÓN, a través de:

a)     Promover la descentralización de la producción a favor de las comunidades o zonas más desfavorecidas, o de menor desarrollo relativo.
b)     Generar estrategias de diversificación de la producción para su distribución, exhibición y difusión en diferentes circuitos (cine, TV  abierta y paga, videojuegos, telefonía celular, etc.).
c)     Articular redes regionales y subregionales para la integración y la complementación productiva.
d)     Participación de pluralidad de actores sociales en la producción, a fin de promover la diversidad, constituida por la visibilidad y la presencia de las diferentes identidades culturales que constituyen a la región (pueblos originarios, afrodescendientes, mujeres, niños, niñas, adolescentes y jóvenes, etc.) y generar programas de acción afirmativa a su favor.
e)     Acuerdo de otorgamiento de nacionalidad única a las obras audiovisuales de América Latina, que asegure su libre circulación dentro de la región, integrando de hecho el MERCADO COMUN LATINOAMERICANO DEL AUDIOVISUAL.  Esto supone un marco de reciprocidad en los compromisos intrarregionales.

2. LA DISTRIBUCIÓN, a través de:

a)    Diseñar nuevos modelos para la distribución, la difusión y el marketing de las obras audiovisuales documentales, acorde a las transformaciones que se producen en el campo de las TICs.
b)    Actualizar los marcos normativos y las políticas audiovisuales, para favorecer la ocupación de los circuitos tradicionales por la producción latinoamericana en cada uno de nuestros países. 
c)    Aprovechar los circuitos potenciales ya existentes: escuelas, universidades, clubes, sindicatos, ONG´s, bibliotecas, museos, líneas aéreas, transporte terrestre, bares, etcétera.
d)    Habilitar circuitos de salas digitales comunitarias, en particular en las zonas que quedaron sin salas de cine.
e)    Potenciar el uso y la visibilización de los medios comunitarios en todo proceso de distribución de contenidos audiovisuales.
f)     Crear redes de cineclubes que constituyan espacios de formación de ciudadanos audiovisuales -mediante talleres, ciclos de cine-debate, concursos de crítica de cine, edición de boletín o revista, etc.- y de animación de la vida cultural de la comunidad, en cuya gestión los jóvenes tengan un papel protagónico.
g)    Solicitar a la CAACI que eleve el Acuerdo para la integración del Mercado Común Latinoamericano a la próxima Cumbre de Jefes de Estado.
h)   Promover mecanismos aduaneros efectivos que garanticen la libre circulación de las películas latinoamericanas entre los países de la región.

3. LA FORMACIÓN,  a través de: 

a)     Realizar procesos permanentes de formación, actualización y perfeccionamiento  profesional.
b)     Instar a los estados a crear políticas y acciones que lleven a la enseñanza del lenguaje audiovisual en todos los niveles de la educación (del jardín de infantes a la universidad)[1].

4. LA Investigación y sistemas de INFORMACIÓN, a través de:

a)     Promover la investigación, sistematización, actualización y archivo de información relativa al cine documental en un Banco de Datos del Documental Latinoamericano.

II. LA REGULACIÓN

Estudiar medidas que permitan corregir los desequilibrios y/o distorsiones que se producen en nuestros mercados por una evidente hegemonía audiovisual. Dichas medidas pueden estar referidas a:

a)    Gravaciones impositivas móviles a la importación de películas  no  latinoamericanas, basadas en una escala sobre cantidad de títulos/copias/origen.

b)    Aplicar los gravámenes al envío de remesas de las empresas distribuidoras, exhibidoras y de difusión de obras audiovisuales de origen extra regional.

c)    Establecer cupos al número de copias de estreno, a fin de restituir el equilibrio en la ocupación de las pantallas nacionales por parte de los filmes importados y velar por una  competencia equitativa con los de producción nacional y latinoamericana.

d)    Establecer cupos de importación de filmes y programas de TV y otras obras audiovisuales por país, diferenciado a los extra regionales de los regionales, en procura de una diversificación de los países de origen de las mismas, en cumplimiento a la Convención Internacional para la Preservación y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales.

e)    Consolidar las cuotas de pantalla nacionales existentes y promover cupos de inclusión de documentales en las pantallas de la Diversidad Cultural Latinoamericana.

f)     Fijar cuotas mínimas de filmes y programas de calidad dirigidos a los niños, adolescentes y jóvenes, así como educativos, de producción nacional y regional, que deben emitir los canales de televisión.           

Reunidos en Asamblea acordamos por unanimidad, agregar al documento las siguientes declaraciones:

a) Exhortar y convocar a los documentalistas caribeños a integrarse activamente al movimiento y encuentro de documentalistas de América Latina y establecer que en las sucesivas ediciones se llamará Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos y del Caribe.

b) Exigir el fin del bloqueo del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo de Cuba, por constituir una expresión brutal de exclusión y de agresión contra un país hermano y su vida económica y social, y, en particular contra su cultura, incluyendo el cine. De igual modo, los participantes dejan constancia del agradecimiento de los cineastas latinoamericanos y caribeños a Cuba por su permanente contribución a la formación, desarrollo y promoción del documental y sus hacedores.

c) Condenar las acciones bélicas y de carácter genocida por parte del ejército de Colombia en la frontera con el Ecuador, acciones perpetuadas con la complicidad del gobierno de los Estados Unidos. Así mismo, condenar el atropello permanente a las poblaciones indígenas y la connivencia con el asesinato paramilitar que mantiene  aterrorizados a los pueblos de la hermana Colombia.

Los participantes en este Primer Encuentro de Documentalistas del siglo XXI acogen plenamente la consideración según la cual la continuidad de estas reuniones de discusión, intercambio y conclusiones tiene valor estratégico para el éxito de nuestro Movimiento. En tal sentido acordamos:

a)    Establecer una organización básica para el seguimiento de acuerdos y recomendaciones emanados de los encuentros que, por razones operativas, será inicialmente estructurada por la Mesa Directiva abierta a la participación del colectivo.

b)    Convocar, bajo los auspicios generosos y consecuentes del Ministerio de Cultura de la República del Ecuador, al 2do. Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos y del Caribe del siglo XXI, de participación abierta, cuya fecha y lugar definitivo serán establecidos y difundidos oportunamente.

c) Concertar con la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano la apertura de una ventana dedicada al Movimiento del Cine Documental en el Portal del cine y el audiovisual latinoamericano y caribeño.
Los abajo firmantes suscriben este documento, en Caracas, República Bolivariana de Venezuela,  el 7 de noviembre de 2008.
Fernando Birri (Argentina), Edmundo Aray (Venezuela), Humberto Ríos (Argentina), Orlando Senna (Brasil), Alquimia Peña (Cuba), Susana Velleggia (Argentina), Tarik Souki Farías (Venezuela), Octavio Getino (Argentina), Jorge Solé (Venezuela), Omar González (Cuba), Estela Bravo (Cuba), Jorge Luis Serrano (Ecuador), Nora de Izcue (Perú), Silvio Da-Rin (Brasil), Carolina Silvestre (Argentina), Dolores Miconi (Argentina), Eva Piwowarsky (Argentina), Arnold Antonin (Haití), Ana María García (Puerto Rico), Armando de Urioste (Bolivia), Carmen Papio (Argentina), Carlos Aguilar Navarro (Panamá), Rafael Rosal (Guatemala), Iván Sanjinés (Bolivia), Leopoldo Pinzón (Colombia-Venezuela), Carmen Castillo (Chile), Silvio Tendler (Brasil), Andrés Agusti (Venezuela), Sergio Trabucco (Chile), Rigoberto López (Cuba), Donald Myerston (Venezuela), Elisa Alvarez (Cuba), Oscar Menéndez (México), David Rodríguez (Venezuela), Luis Vera (Chile), Marcio Raúl Vargas (Nicaragua), Aldrina Valenzuela (Venezuela), Cristian Calónico Lucio (México), Pedro Chaskel (Chile), Mercedes Ramírez (Costa Rica), Liliane Blaser (Venezuela), Solange Lima (Brasil), Yanara Guayasamin (Ecuador), Hugo Gamarra (Paraguay), Wolney Oliveira (Brasil), Yanilú Ojeda (Venezuela), Sergio Muñiz (Brasil), Charles A. Martínez G. (Venezuela), Mauricio Berú (Argentina), José Pedro Charlo (Uruguay), Hugo Gerdel (Venezuela) Martha Checo (República Dominicana), María Guadalupe Ochoa Avila (México), Alejandro Legaspi (Perú), José Peguero (México), Patricia E. Ortega (Venezuela), David Hernández Palmar (Wayuu, Venezuela), John Petrizzelli (Venezuela), Lucia Lamanna (Venezuela), Beatriz Lara (Venezuela), Saudhi Batalla (México), Alejandro Chaparro Martínez (Colombia), Juan Manuel Fernández (Costa Rica), Ernesto Bravo (Argentina), Edmundo Martín del Campo (México), Miguel Torres (Cuba), Marina Levy Guevara (Venezuela), Billy Navarrete (Ecuador), José Castillo (Venezuela), Diego Ortuño (Ecuador), Belimar Román Rojas (Venezuela), Dennis Pabón (Venezuela), Juan de Dios Ruiz (Venezuela), Beatriz Bermúdez (Venezuela), Juan Plaza (Venezuela), José Yépez (Ecuador), Víctor Luckert (Venezuela), Miguel Angel Tisera (Venezuela), Alejandro Saderman (Argentina), Maurice Capovilla (Brasil), Mariana Arruti (Argentina), Norma Fernández (Argentina), Felix Manuel Lora (República Dominicana), Joan Espina (Venezuela), Yoli Chacón (Venezuela), Humberto Castillo (Venezuela), Javier Beltrán Ramos (Venezuela), Edmundo Aray Azparren (Venezuela), Erasmo Ramírez (Venezuela), Camilo Moreira Biurra (Argentina), Susana Arwas, Emiliano Menéndez Pedrero (México), José Luis Dávila, Carol Cazares Defaz, Ernesto José Moya (Venezuela).



APARTADO “A”

PROPUESTAS PARA LA CIUDADANIA AUDIOVISUAL DE NIÑOS, NIÑAS, ADOLESCENTES Y JÓVENES.

Generar y poner en marcha políticas y estrategias educativas, culturales y comunicacionales dirigidas a la formación audiovisual de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Ellos no sólo constituyen el sector más numeroso de nuestros públicos, sino también los futuros ciudadanos que tendrán que dar continuidad al proyecto de construcción de la Patria Grande y respuestas a los múltiples desafíos que nos plantea la sociedad del conocimiento.

De manera contradictoria con estos propósitos, el 90 % de la oferta  audiovisual que ellos consumen proviene de un solo país: los Estados Unidos. Al formar su capacidad de apreciación audiovisual conforme a un modelo único, esta situación atenta contra sus derechos a la  identidad y la diversidad cultural, a las libertades de expresión y de elección y a su calidad de ciudadanos, en lugar de meros consumidores.

Principales políticas y estrategias:

a)     Fomentar y apoyar la generación de espacios de formación,  producción y difusión de obras audiovisuales mediante las cuales los niños, adolescentes y jóvenes expresen sus voces, así como  los procesos de intercambio de obras audiovisuales de calidad, para y de, los niños, (festivales, concursos, talleres, escuelas de cine y video, cineclubes, etc.)  y el acceso a los diferentes circuitos y redes que les posibiliten ejercer su derecho a la visibilidad y la presencia, mediante la difusión de sus propias producciones y el conocimiento de la diversidad cultural de la región y del mundo.
b)     Otorgar incentivos especiales a las producciones y coproducciones audiovisuales de calidad de la región dirigidas a los niños, adolescentes y jóvenes, en los distintos géneros, para diferentes medios y soportes (cine, programas de TV, videojuegos, cortos para telefonia celular, etc.).
c)    Promover la distribución, exhibición y difusión de las mismas por los circuitos tradicionales, por los que ofrecen las TICs y por otros no tradicionales.
d)    La incorporación del audiovisual a la educación formal considerado como nuevo campo de conocimiento –por consiguiente multidimensional- que constituye el núcleo de la convergencia tecnológica y un recurso estratégico para la formación de los ciudadanos de la sociedad de la información y el conocimiento del siglo XXI, antes que como simple medio o “vehículo” para la transmisión de contenidos educativos.
e)    Habilitar instancias de educación audiovisual no formal utilizando los mismos medios y recursos audiovisuales. 




APARTADO “B”

PROPUESTAS DE ACCION PARTICULARES DE LOS PARTICIPANTES EN EL
“1er. ENCUENTRO DE DOCUMENTALISTAS LATINOAMERICANOS DEL SIGLO XXI”

En primer lugar, los participantes en este 1er. Encuentro felicitamos al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela por el lanzamiento exitoso del satélite de comunicaciones Simón Bolívar.
Asimismo instamos a los gobiernos de la región a adoptar las medidas y decisiones políticas necesarias para la recepción de la señal de TELESUR en todos nuestros países, en tanto entendemos que puede constituir una herramienta imprescindible para la integración cultural latinoamericana. 

1. PRODUCCIÓN:
a)    Profundizar las políticas de producción, intercambio, coproducción, comercialización e integración incorporando criterios solidarios con miras a consolidar un espacio regional con particular énfasis en las producciones intrarregionales.
b)    Incentivar las coproducciones a través de la promoción de historias compartidas.
c)    Promover políticas públicas para incentivar la producción audiovisual indígena.
d)    Generar la visibilidad de los sectores sociales emergentes: comunitarios, indígenas, mujeres, niños, etc que desarrollan esquemas de producción novedosos y solidarios.
e)     Impulsar estrategias intermedias entre PYMES/MYPES audiovisuales.

  1. DIFUSIÓN Y DISTRIBUCION:
1)    Crear una red latinoamericana de distribución con un marco jurídico que le dé viabilidad y que se encargue de promover el Cine Latinoamericano y del Caribe y elabore un catálogo de las producciones de la región.
2)    Habilitar, en una primera etapa, una red en cada país con iguales objetivos y que realice proyecciones periódicas. Estas redes podrían constituirse por las cinematecas nacionales o de manera articulada a ellas.
3)    Constituir la Federación Latinoamericana y Caribeña de Documentalistas, integrada por las asociaciones nacionales.
4)    Elaborar un directorio de documentalistas con el fin de mantener una retroalimentación sobre los temas de mutuo interés y para explorar posibilidades de coproducciónes autosustentables.
5)    Promover la creación de una Red de Emisoras de Televisión Pública de América Latina y el Caribe para el intercambio y la difusión de programas y filmes realizados en cada país.
6)    Promover la creación de una Red de Difusión de las Cinematecas Latinoamericanas para integrar entre ellas un programa común de documentales de toda la región para exhibir en las pantallas de cada país.
7)    Crear una red de distribución publica (mixta entre Estado y sociedad civil) de la que formen parte Emisoras de televisión pública, Cineclubes; Universidades, Escuelas, y organizaciones sociales y los nuevos movimientos sociales.
8)    Proponer la creación de un canal de cine latinoamericano por medio del satélite VENSAT-Simón Bolívar, donde se difunda, promueva y reseñe la actividad cinematográfica documental de América Latina y el Caribe, en particular en los espacios dedicados a la teleducación.
9)    Nombrar una comisión de, entre tres y cinco miembros representantes de este primer Encuentro para hacer contacto con representantes del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, Educación Superior y Cultura, para ir delineando la propuesta para la transmisión de documentales latinoamericanos a través del satélite de comunicación Simón Bolívar.
10)  Dar prioridad en la programación a los documentales latinoamericanos ya reconocidos, como: “La hora de los hornos”.
11)  Otorgar a los documentales latinoamericanos transmitidos por el satélite venezolano un certificado o diploma firmado por el Ministerio del Poder Popular para la  Ciencia y Tecnología y la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.
12)  Conocer las propuestas del Gobierno Venezolano para el desarrollo del cine documental venezolano y latinoamericano, e intercambiar opiniones entre los representantes del mismo y la Comisión que se cree.
13)  Que la Comisión presente un informe de sus labores en el “II Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos del Siglo XXI” a realizarse en 2009 en Ecuador.
14)  Promover la difusión de obras claves del cine documental latinoamericano, en los ámbitos educativos y culturales de cada país.
15)  Estructurar un paquete de cincuenta documentales latinoamericanos premiados en el Festival Voces Contra el Silencio (así como otros festivales de la región) como base de una programación de salas alternativas de la región.
16)  Recomendar a la Conferencia de Autoridades Cinematográficas Iberoamericanas (CAACI) y a la RECAM que promuevan en los países de la región la difusión de películas latinoamericanas en las líneas aéreas y de transporte terrestre.
17)  Crear el Festival del Documental Latinoamericano de los jóvenes realizadores.
18)  Fomentar los Festivales dedicados al cine documental.
19)  Promover la instrumentación del Convenio con la Unión Europea para la creación de treinta salas digitales en los países del MERCOSUR como ventana para la producción latinoamericana y del Caribe.

3. FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN
a)    Instar a los Ministerios de Educación y de Cultura de América Latina para que la educación audiovisual se incorpore a la currícula educativa formal y se instrumenten programas audiovisuales educativos y sensibilizadores en ámbitos de educación no formal. Proponer planes de formación, capacitación y sensibilización de educadores y facilitadores.
b)    Promover la formación de nuevos públicos como requisito para que los espectadores puedan ejercer la libertad de elección, complementaria de la libertad de expresión de los autores.
c)    Proponer a las autoridades de los Ministerios de Educación la inclusión de al menos veinte horas/año escolar en todos los centros educativos para la proyección de películas de calidad en todos los géneros, y al debate, la reflexión y el análisis de la comunicación audiovisual, sobre todo de los programas que los niños y niñas mas consumen, de modo que puedan transformarse en espectadores activos y críticos.
d)    Fomentar políticas de estado para la formación audiovisual de realizadores indígenas, así como el apoyo para la producción de sus trabajos.
e)    Incentivar de manera particular la producción y difusión de documentales realizados para los niños y la difusión de los que ellos realizan a través de distintos circuitos como parte fundamental de las políticas de educación y de construcción de ciudadanos audiovisuales.
f)     Solicitar a las autoridades audiovisuales que generen instancias de investigación permanente y un sistema de indicadores de la industria audiovisual que contemple los procesos de producción, distribución, exhibición y consumo por distintos circuitos y que el mismo tenga un apartado referido de manera particular al documental.

4. PRESERVACIÓN DE NUESTRA MEMORIA AUDIOVISUAL:
a)    Promover la preservación de los archivos, un banco de datos y el intercambio de informaciones sobre el acervo documental de los mismos en todos los países de la región.
b)    Recordar que el cine documentalista latinoamericano ha sido proclamado por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad.
c)    Declarar al cine documental de nuestras naciones como registro fundamental de la memoria de nuestros pueblos y herramienta esencial para la valoración, expresión y preservación de la multiculturalidad de la región.

5. POLÍTICAS PÚBLICAS DE FOMENTO Y DE REGULACION:
a)    Promover acuerdos y leyes vinculantes  entre nuestros países que permitan: la libre circulación de nuestras obras y el beneficio, extendiendo los deberes y derechos; la nacionalidad única; los incentivos fiscales a la distribución; y la excepción de impuestos a la importación de materiales y equipos que no se producen internamente.
b)    Abogar para que en todos nuestros países las leyes de cine contemplen una cuota de pantalla (en los cines y la televisión) para la exhibición de documentales nacionales, latinoamericanos y caribeños, frente al largometraje de ficción.
c)    Instar a las autoridades de los organismos correspondientes que incorporen en las leyes referidas al campo audiovisual, no sólo el fomento a la producción de cine, sino a la integralidad de los circuitos y procesos que,  en un sentido amplio, hoy  involucran al lenguaje audiovisual , incluyendo la distribución, la exhibición y las TICs.
d)    Establecer en las legislaciones respectivas, cuotas de pantalla para el cine de la región tanto en las salas de cine como en la televisión y otros circuitos.
e)    Elaborar políticas integrales de desarrollo sustentable para el sector que vayan más allá del incremento productivo e incluyan procesos permanentes de investigación, capacitación, preservación, formación de nuevos públicos, articulación con otros medios audiovisuales, etcétera.
f)     Ratificar el Convenio Internacional para la Preservación y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales suscrito en la UNESCO, en aquellos países en los que aún no haya sido ratificado.
g)    Demandar la reducción de las cuotas del cine norteamericano en las pantallas latinoamericanas.

 6. FONDOS REGIONALES DE FOMENTO
a)    Crear, con el auspicio del Alba, el Fondo de Desarrollo del Documental Latinoamericano y Caribeño, cuya misión fundamental será contribuir al fomento de este género y a la creación de un espacio común para la difusión del documental en la región.
b)    Llevar la propuesta de creación de fondos especiales de desarrollo a los diferentes organismos regionales que integran los estados latinoamericanos y caribeños, como el MERCOSUR y la Asociación de Estados del Caribe, además del Alba.
c)    Plantear a IBERMEDIA, a través de la CAACI, la importancia de considerar al documental como una prioridad y que, en consecuencia, se destinen a él los recursos posibles.
d)    Fomentar la creación de un Fondo Latinoamericano para la Reproducción de Películas Documentales en formatos de disco de video digital  o DVD, por ejemplo con el Centro Nacional del Disco (CENDIS) en Venezuela, con la intención de facilitar copias a escuelas, liceos, universidades, cineclubes y proponer cine-foros y otras actividades didácticas necesarias para la formación del ciudadano audiovisual, sujeto activo de la transformación social de nuestros países.

7. PRÓXIMOS ENCUENTROS
a)      Establecer un plan de trabajo entre este encuentro y el próximo, mediante la creación de comisiones de trabajo multinacionales que retomen los puntos de acuerdos de la Declaración de Caracas, con el objetivo de que el Encuentro tenga efectos permanentes. Estas comisiones de trabajo estarían integradas por compañeros que tengan interés. Otra propuesta planteó que las comisiones debían ser nacionales pues es muy complicado realizar reuniones con compañeros de diferentes países.
b)      Realizar en cada país un Encuentro Anual Nacional, lo más inclusivo posible, antes del II Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos y del Caribe con el fin de debatir y concertar las propuestas que se llevarán al mismo.
c)      Realizar exhibiciones de documentales de los participantes en el próximo Encuentro de Ecuador, con debates posteriores a las proyecciones.
d)      Continuar el debate en torno a las problemáticas del cine documental, incluído el tema de la poética.
e)     Proponer que el III Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos y del Caribe se realice en Iguazú, en la triple frontera Argentina-Brasil-Paraguay y que se aproveche  para realizar el Primer Festival Documental de Jóvenes Latinoamericanos.

Por último, hacer circular esta declaración en todos los ámbitos y foros posibles con el fin de que sea discutida y genere a partir de ella nuevas propuestas y posibilidades de construcción de un espacio común.

OFRECIMIENTOS:
- Argentina ofrece la red de Salas Espacios INCAA para la difusión de los documentales latinoamericanos.
- Venezuela hace lo propio ofreciendo su red de salas
- Por su parte, el ICAIC  ofrece su circuito de salas y televisión
- Orlando Senna, Presidente de TAL, ofrece esta red al mismo efecto. Asímismo, ofrece en el portal un espacio para que los documentalistas anuncien sus documentales: www.tal.tv
- La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano ofrece su sitio web para difusión del cine documental latinoamericano: www.cinelatinoamericano.org.














[1]  VER APARTADO A.



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