Los
predecesores
Los
primeros esfuerzos de los cineastas para potenciar el cine documental como
instrumento de unión de los países latinoamericanos en su lucha común por la
cultura e identidad de sus pueblos, se dieron con la convocatoria para el I Encuentro de Cineastas
Latinoamericanos a realizarse en Viña del Mar en Chile, el año de 1967, al cual
acudieron cineastas de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, México, Perú,
Venezuela, entre otros.
Al año
siguiente se llevó a cabo con una nutrida presencia el Segundo Encuentro en la
ciudad de Mérida, Venezuela. Ese mismo año se desarrollaron las luchas
estudiantiles en gran parte del mundo: Francia, Alemania, México, Brasil,
Uruguay, Estados Unidos, y muchos países más. También en esa época se dieron
golpes militares y se instalaron feroces dictaduras en varios países de América
Latina. Aun con ese sombrío escenario, los cineastas latinoamericanos
documentaron con sus películas esa negra etapa de dictaduras sangrientas, pero
su actividad ciertamente se frenó. Los documentalistas tuvieron que pasar a la
clandestinidad.
Los caminos
andados
La idea
se gestó como un sueño durante el 1 Festival de la Memoria, llevado a cabo en
mayo de 2007 en Tepoztlán, Morelos, México. A sugerencia de Oscar Menéndez por
revivir los Encuentros de Viña del Mar y de Mérida, Humberto Ríos se dio a la
tarea de hacerlo realidad.
Humberto Ríos compartió con Edmundo Aray, Orlando Senna y
Juan Carlos Lossada el deseo de crear un movimiento documental que confluya en
la construcción del
espacio audiovisual latinoamericano y caribeño.
Una vez aprobado el proyecto por Juan Carlos Lossada,
Viceministro de Identidad y Diversidad Cultural de Venezuela, se llevó a cabo
un encuentro informal entre Edmundo Aray, Alquimia Peña, Tarik Souki,
Xavier Sarabia, David Rodríguez, Tito Ameijeiras, José Peguero y Humberto Ríos, dentro del Festival de La Habana, donde se pactó una reunión
formal dentro de Cinesul, Festival Íbero-Americano de Cinema e Vídeo en Río de Janeiro, en 2008.
Dentro de este Festival nació la Carta de Río que sirvió como
primera plataforma para la creación del Endoc.
CARTA DE RÍO DE JANEIRO
Nosotros, cineastas de América Latina, reunidos en la ciudad de Río de
Janeiro en ocasión de celebrarse el XV Festival Iberoamericano de Cine y Video
- Cinesul, autoconvocados en su marco, entre los días 24 y 28 de junio de 2008
en el 1º Seminario y Forum del Documental Latinoamericano, auspiciado por la
Secretaría del Audiovisual del Ministerio de Cultura, con el propósito de
reflexionar, debatir y hacer balance sobre los más importantes aspectos del
cine documental de nuestra Región, en la perspectiva histórica, teniendo
presente que fue a través de la amplia difusión y de la pertinencia cultural,
social y política de los mensajes transmitidos por nuestros filmes, el documental
acompañó decisivamente el auge libertario que recorrió nuestra América Latina
en la década de los años sesenta –patente en los encuentros de Viña del Mar de
1967, y de Mérida de 1968- , traducido en amplias luchas por alcanzar la toma
de conciencia de nuestra identidad cultural latinoamericana, la necesidad
impostergable de nuestra más amplia integración, y finalmente el alcance de
nuestra segunda y definitiva independencia nacional y continental; teniendo
presente así mismo que tras producirse situaciones adversas para las fuerzas y
las ideas progresistas en América Latina, acompañadas por una acción cada vez
más alienante y abrumadora de los agentes coloniales e imperiales de siempre,
el movimiento popular remitió sensiblemente, y como demostrando la profunda
pertinencia con nuestras más sensibles realidades, también el cine documental
Latinoamericano vio disminuida su presencia.
Corroborando una vez más el apotegma que sentencia que los pueblos jamás
son vencidos, pasados algunos años de aquellas situaciones, y ya a inicios del
siglo XXI, un nuevo auge libertario recorre Nuestra América, dialécticamente
nutrido de nuevas experiencias que nos permiten plantear ahora derroteros y
perspectivas más eficientes en el alcance de nuestras metas. En efecto, Latinoamérica
experimenta un resurgimiento esperanzador de los movimientos populares, al
punto que un número importante de los mismos actualmente ya son gobierno. De la
misma manera, ha llegado el momento de la refundación del Movimiento
Documentalista del Nuevo Cine Latinoamericano, que volverá a constituirse en
testimonio y activo participante de las luchas de liberación que nuestros
pueblos adelantan en este momento estelar la historia Latinoamericana, para
alcanzar la definitiva independencia y la efectiva integración de nuestros
países en la Patria Grande soñada por nuestros Libertadores.
Es en este marco de consideraciones y circunstancias, los cineastas
reunidos en este I Foro de Río de Janeiro, hemos considerado necesario e
impostergable convocar al Encuentro de Documentalistas Latinoamericanos-Siglo
XXI, que tendrá lugar en Caracas entre los días 21 y 25 de octubre de este año,
auspiciado por el Centro Nacional de Cinematografía de la República Bolivariana
de Venezuela, para concitar renovados espacios de organización, producción y
difusión.
Los cineastas reunidos en el Museo de Arte Moderno en el marco de I
Seminario y Forum del Documental Latinoamericano elaboran esta Carta de Río de
Janeiro acordando y recomendando los siguientes puntos:
1 - Continuidad de los esfuerzos de unidad en América Latina para la
producción, distribución y exhibición del documental en la región.
2 - Retomar la idea del Mercado Común del documental en América Latina.
3 - Exhortar a nuestros gobiernos para que conserven y fortalezcan
políticas de fomento de producción y circulación de documentales como la mejor
forma de preservar la memoria social e histórica de nuestros pueblos y provocar
la integración de los mismos.
4 - Así mismo aconsejar a los gobiernos el cese del pago de aranceles y
eliminar las trabas para lograr la libre circulación de obras documentales
entre países de la Región.
5 - Armonizar las legislaciones cinematográficas de nuestro continente.
6 - Exhortar a los compañeros documentalistas de América Latina adherir
y hacerse presentes en la celebración del Encuentro en Caracas.
7 - Incitar a las televisoras públicas de América Latina a la exhibición
de nuestra producción documental.
8 - Exigir de las secretarías de cultura, cinematecas, cine clubes y
otros organismos y organizaciones la adquisición y exhibición de los
documentales latinoamericanos.
9 - Preservación de los archivos, red e intercambio de informaciones del
acervo documental de los mismos.
10 -Crear el link del documental en el portal de la Fundación del Nuevo
Cine Latinoamericano.
11 -Crear el Festival del Documental Latinoamericano de los jóvenes
realizadores.
12 -Fomento a los Festivales dedicados al cine documental.
La Carta de Río de Janeiro afirma la importancia a la diversidad
cultural del continente latinoamericano y clama por la inclusión de nuestro
cine independiente como importante instrumento de integración entre nuestros
pueblos.
El cine latinoamericano realizará su objetivo mayor cuando se afirme
como expresión de las historias, de las culturas, estéticas e imaginarios de
los pueblos que habitan nuestro continente.
Terminamos defendiendo una única y colectiva idea: el derecho de los
pueblos a sus propias imágenes, a la reciprocidad y a la universalización de
estas imágenes.
Humberto Ríos (Argentina), Oscar Menéndez (México), Jorge Luis Serrano
(Ecuador), Edmundo Aray (Venezuela), Lazara Herrera (Cuba), Wladimir Carvalho
(Brasil), Sergio Muniz (Brasil), David Rodríguez (Venezuela), Inti Cordera
(México), Tito Ameijeiras (Brasil), Hugo Gamarra (Paraguai), Silvia Martínez
(Uruguai), Tarik Souki Farías (Venezuela), Rosemberg Caryri (Brasil), Manfredo
Caldas (Brasil), Sergio Trabucco Ponce (Chile), Dolores Miconi (Argentina),
Maurício Berú (Brasil), Maurice Capovilla (Brasil), Manuel Pérez Paredes
(Cuba), Luciano Castillo (Cuba), Darío Gularte (Brasil), Solange Lima (Brasil),
Marilia Alvim (Brasil), José Peguero (México).
Río de Janeiro, 28 de junio de 2008
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